"Cuando todo parece estar contra ti, recuerda que un avión despega contra el viento, no con él." Henry Ford
Hoy es uno de esos días en los que no he comenzado con muy buen pie, supongo como le pasa a todo el mundo alguna vez. Pero no, no estoy dispuesta a estar mal ni a sentirme así, pues como algún viejo amigo me dijo: "abre los ojos, respira y mira la vida, ella no te espera así que disfruta como si nada fuera lo suficientemente importante para no hacerlo."
Y tenía razón la vida es eso que pasa mientras hablamos de ella, mientras yo estoy aquí sentada intentando recordar que nada es lo suficientemente importante, que la vida sigue y que siempre hay un motivo para reír.
Motivos como cada vez que veo la sonrisa de un niño al abrir un regalo, como la ilusión con la que una madre coge a su bebé por primera vez sin poderlo creer, las lágrimas que se disparan de alegría en una estación por la llegada de un gran amigo que se lleva tiempo sin ver, las risas de las niñas en un parque porque les han pedido salir los niños de su clase. Pero esta claro cada uno tiene sus motivos y TÚ no podías dejar de ser uno de los míos.
Tú, sí tú. Porque llegaste sin avisar y sin pedir permiso, porque fuiste aquello que pasó sin que yo quisiera que pasará y porque me alegro de que fuese así.
Tú que no necesitas verme para saber que me pasa algo, que con tan solo oír mi voz sabes como estoy, que no sé como lo haces pero siempre consigues hacerme reír incluso cuando lloro por ti. Y es que te has convertido en mi gran motivo para sonreír, porque gracias a ti me he vuelto a dar cuenta de lo increíble que es vivir.
Por eso en un día como los de hoy decidí levantarme del sofá e ir yo a verte a ti, porque sabía que me harías reír, pero no fue al verte a ti, pues desde el momento que pensé en ti ya tenía la sonrisa instaurada en la cara. Y es que tú me enseñaste a ver el lado bueno de las cosas y ahora no puedo evitarlo y solo veo eso. Por eso aunque no me atrevo a decirte lo que siento en persona lo escribo aquí, quizás porque sé que no lo leerás o porque sigo teniendo miedo del daño que me puedas hacer, pero me encanta haberte conocido y no sé si esto es un amor pasajero o para toda la vida pero eres lo que me hace sonreír desde el primer minuto del día y es que te quiero aunque te lo diga bajito y a lo lejos para que tu no puedas oírlo.
